Villa Gdor. Gálvez. 15 de marzo de 2010
Soy una convencida de que vivir no es fácil y que nuestras acciones son como «Boomerangs» a través del tiempo. Salvo algunas excepciones, «uno cosecha lo que siembra», y en este caso no soy el ejemplo, sino el grupo de voluntarios/as que forman el PROYECTO ALEGRÍA, un proyecto de ida, de amor, de enseñar a dar desde el corazón.
Nunca pensé que iba a necesitar ayuda económica para solucionar el problema de salud de mi hija… pero llegó ese día… y conseguir un corsé ¡parecía una carrera con obstáculos!... y demasiados.
Hoy quiero agradecer a Lorena, de PROYECTO ALEGRÍA, y a mi amiga María Inés, de Desarrollo Zonal, sin la cual no hubiera sido posible conocer la existencia de ese grupo de manos solidarias, su comprensión y gran ayuda; porque es muy cierto que una mano lava la otra y, en muchos casos, todas juntas lavan las dificultades para que afloren las soluciones.
A Lorena Barbi y a María Inés Grath, que dedicaron su tiempo para dar a conocer mi caso y llegar al corazón de todos los que colaboraron para concretar la compra del corsé ¡UN MILLÓN DE GRACIAS! Porque hoy mi hija tiene una posibilidad más de corregir su escoliosis severa y evitar temporariamente una cirugía correctiva.
Mis más sinceros deseos de ÉXITO para semejante proyecto. «Lo bueno siempre vuelve…».
Saluda atte.
Ana Lazo
Soy una convencida de que vivir no es fácil y que nuestras acciones son como «Boomerangs» a través del tiempo. Salvo algunas excepciones, «uno cosecha lo que siembra», y en este caso no soy el ejemplo, sino el grupo de voluntarios/as que forman el PROYECTO ALEGRÍA, un proyecto de ida, de amor, de enseñar a dar desde el corazón.
Nunca pensé que iba a necesitar ayuda económica para solucionar el problema de salud de mi hija… pero llegó ese día… y conseguir un corsé ¡parecía una carrera con obstáculos!... y demasiados.
Hoy quiero agradecer a Lorena, de PROYECTO ALEGRÍA, y a mi amiga María Inés, de Desarrollo Zonal, sin la cual no hubiera sido posible conocer la existencia de ese grupo de manos solidarias, su comprensión y gran ayuda; porque es muy cierto que una mano lava la otra y, en muchos casos, todas juntas lavan las dificultades para que afloren las soluciones.
A Lorena Barbi y a María Inés Grath, que dedicaron su tiempo para dar a conocer mi caso y llegar al corazón de todos los que colaboraron para concretar la compra del corsé ¡UN MILLÓN DE GRACIAS! Porque hoy mi hija tiene una posibilidad más de corregir su escoliosis severa y evitar temporariamente una cirugía correctiva.
Mis más sinceros deseos de ÉXITO para semejante proyecto. «Lo bueno siempre vuelve…».
Saluda atte.
Ana Lazo
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