jueves, 15 de julio de 2010

Sr. Intendente, Sr, Secretario de Servicios Públicos y a quien corresponda:

Hace 34 años que vivo en esta ciudad, de la que hace mucho tiempo siento vergüenza por muchas razones: una Intendencia siempre corrupta, Diputados, Concejales, etc., etc., muchísimo dinero robado a un pueblo que no se lo merece, a muchos que pusimos nuestro voto y confiamos, un pueblo que paga sus impuestos y que merece fidelidad y transparencia de quienes gobiernan.
Voy a hacer hincapié en la falta de limpieza. ¿Qué es lo que pasa señores con la limpieza?, ¿por qué sólo tienen privilegios los que viven en la zona céntrica?, ¿Qué hacemos los que vivimos unas cuadras más adentro, que tenemos que soportar convivir con basurales en todas las esquinas porque no pasa el barrendero?, Y si pasa no trae las benditas bolsas, mil veces reclamadas por los vecinos, para levantar la basura. Cuando aparecen las bolsas, el que está ausente es ese bendito camión tan reclamado también cientos de veces.
Yo pregunto, ¿dónde está el jefe de Servicios Públicos, que cuando lo llamamos por teléfono nunca se encuentra o está en reuniones y no puede atender? Para que ponga orden como corresponde al cargo que se le asignó, que para eso se le paga un sueldo.
Ya los basurales tomaron otras dimensiones, ahora se le suman escombros, ramas, árboles enteros… ¿dónde están los camiones que supieron pasar por sección recogiendo todo?
Somos una ciudad sumergida en la mugre, la indigencia, el abandono.
¿Dónde va a parar el dinero de Barrido y Limpieza que pagamos todos los meses?
Señores, recorran la ciudad por dentro, como lo hacen con tanta hipocresía cuando se presentan las elecciones. Vean cómo estamos viviendo entre bichos, ratones, yuyales y zanjas mugrientas.
Pienso también que deben concientizar a muchos vecinos para que cuiden el frente de su casa, que no saquen la basura a cualquier hora, ni la arrojen por cualquier lado, especialmente de noche, cuando deberían colocarla en sus cestos correspondientes. Para ellos también va este reclamo: que sean limpios, honestos y solidarios con ellos mismos, luego, que piensen que hay muchos niños jugando en la calle, que no miran por donde andan y qué es lo que tocan.
Hay que desratizar, fumigar, desmalezar. Fueron muchas promesas pero faltan las acciones. Basta de meternos las manos en los bolsillos. Nos merecemos una ciudad limpia… pero limpia de todo y para el bien de todos.
Edy

Postura de los pastores evangélicos respecto al matrimonio y la unión homosexual

«La justicia hace grande a una Nación, pero el pecado la avergüenza». El rey Salomón. Proverbios 14.34.
Ante el debate en el Congreso de la Nación sobre el Matrimonio Homosexual, las Iglesias Evangélicas de Villa Gdor. Gálvez desean reafirmar su posición institucional, en base a la BIBLIA, Palabra de Dios.
El matrimonio es universalmente reconocido como la unión entre un hombre y una mujer. La Biblia (Palabra de Dios de todos los cristianos, y no solo de los evangélicos) afirma que Dios creó al hombre y a la mujer para que se unan y conformen una familia.
La cultura latinoamericana y las leyes americanas están basadas en una clara y firme valoración de la FAMILIA. La Declaración de los Derechos Humanos, Art. 16.3, el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos, Art. 23.1 y 2 y la Convención Americana de Derechos Humanos, Art. 17. 1 y 2, reconocen el derecho al matrimonio constituido por un hombre y una mujer, y a la formación de una familia.
Consideramos que este tema es de absoluta relevancia social, ya que es la propia subsistencia de la sociedad la que está en juego.
El matrimonio es heterosexual. Equiparar la unión homosexual al matrimonio sería desvirtuar y desconocer el real significado que la misma palabra encierra.
Asimismo, se vulnera tal institución, sometiéndola a una injusta discriminación, dado que se está otorgando igual tratamiento a lo que es esencial y naturalmente distinto. Sin dudas, es el Estado quien debe tener un interés particular en dar protección y beneficios a las parejas heterosexuales, dado que las mismas abren el ciclo a la vida y constituyen la base de formación y perpetuación de nuevas generaciones. Otorgar los mismos beneficios a parejas homosexuales significaría equipararlas cuando son intrínsecamente diferentes, por lo que se incurriría en graves signos de discriminación.
Entendemos que el Código Civil no es discriminatorio para los homosexuales, dado que la prohibición de contraer matrimonio entre dos personas del mismo sexo rige para cualquier asociación de personas que no cumplan con los requisitos establecidos en dicho código. De esta manera, tampoco dos amigos, dos hermanos o dos vecinos del mismo sexo pueden acceder a tal beneficio jurídico. Y esto no es «fraternofobia» como tampoco es «homofobia» nuestra posición respecto al matrimonio.
Otorgar beneficios especiales a parejas homosexuales para equipararlas al matrimonio es contrario al espíritu y la letra de nuestro encuadre jurídico.
Solicitamos a las autoridades:
- Que no modifiquen nuestro Código Civil.
- Que se cumplan las intensiones expresadas por nuestra Presidenta, en cuanto a la no modificación del mismo.
- Que no se den lugar a nuevos tipos de familia haciendo «ensayos» con el futuro de nuestra sociedad.
- Que se multipliquen los esfuerzos dirigidos a fortalecer a la familia original y naturalmente constituida y a los hijos que en ella se formen.
- Que sostengamos los valores que hicieron grande a nuestra Nación.
- Que no relativicemos la importancia de las normas morales.
Finalmente, creemos que Argentina en general y Santa Fe en particular, necesitan urgentemente una revolución moral, que reivindique los valores desestimados y estamos convencidos que la Biblia nos enseña tales principios y conductas que debemos seguir para garantizar el éxito actual y futuro de nuestra sociedad.
Consejo de Pastores de Villa Gobernador Gálvez